Las muelas del juicio aparecen como un misterio para muchos de nuestros pacientes, si no las necesitamos ¿por qué nos salen? Y más aún, ¿por qué dañan el resto de nuestra dentadura y nos producen tanta molestia? Comprender la nuestra historia biológica y la fisionomía y funciones de nuestras bocas te ayudará a encontrar una respuesta a éstas preguntas.
Malos hábitos para tu salud bucal
A veces unos hábitos de higiene impecables pueden verse arruinados por la persistencia de algunas costumbres que a la larga afectan a la salud de los dientes (malos hábitos para tu salud bucal). Como siempre, el conocimiento de las mismas te ayudará a, si no evitarlas por completo, poder mitigar su pernicioso efecto. Si tienes uno de los siguientes hábitos ten en cuenta que aumentarán tus posibilidades de padecer caries y gingivitis, así como de dañar tus dientes.
Mantenimiento de emergencia para tu ortodoncia
En la cantidad de tiempo que es necesario invertir en un tratamiento de ortodoncia, es muy posible que, al menos en una ocasión, uno deba enfrentarse a una emergencia que acabe en una visita al Ortodoncista. Hay muchos imprevistos que pueden ocurrir en cualquier momento; quizás uno de tus brackets te provoque una aguda molestia súbitamente, o desplace un diente de una forma indeseada. En la mayoría de los casos, tu Ortodoncista te habrá pertrechado con unas nociones básicas que te permitan identificar problemas como un golpe o un alambre puntiagudo, y actuar armado con la muy útil cera.
La ortodoncia para niños
Aunque parezca increíble, los especialistas señalan los 7 años como la mejor edad para comenzar un tratamiento de ortodoncia para niños. No todos los problemas que pueden atajarse con una ortodoncia comienzan a ésta edad, pero aunque a veces el sentido común nos indique que es preferible esperar a que una boca adulta haya desarrollado su problema para poder solucionarlo, a los 7 años es posible diagnosticar futuros problemas mucho antes de que se manifiesten por completo.
El afta bucal
En primer lugar, no te asustes; el afta bucal es una de las lesiones más frecuentes, la mayoría de las personas la padecerá en algún momento de su vida, y es especialmente prevalente entre adolescentes. En general no tienen consecuencias más allá de su molesta presencia, y deberían remitir en unos días. En la mayoría de los casos, el afta está relacionada con la mala salud de las encías y no tiene nada que ver con el herpes, mucho más contagioso y complicado.
El Chicle
El chicle lleva entre nosotros desde hace mucho tiempo. Existía como un producto realizado a partir de la savia de los árboles, y que se mascaba sin tragarlo. Por supuesto no era tan dulce, pero sí muy popular. Los antiguos griegos fabricaban los suyos a partir de la almáciga, resina del árbol Mastiche (del griego mascar); también en América los Mayas habían producido su variante de forma independiente, y los nativos norteamericanos enseñaron a los colonos europeos su chicle fabricado a partir de la resina del abeto. Éste último sería el precursor del chicle industrial que conocemos hoy.
El bruxismo
Ésta presión continuada sobre nuestros dientes puede comprender un amplio abanico de efectos negativos, oscilando éstos entre daños a la apariencia de nuestros dientes y graves consecuencias para la salud de nuestras mandíbulas, encías o dientes, que pueden llegar a ser dañados irremediablemente. Si al levantarte por la mañana sientes la mandíbula cansada o los dientes doloridos, es imperativo que visites a tu dentista de confianza, él podrá ayudarte a buscar la mejor solución.
El cuidado de tu esmalte dental
Tu esmalte dental juega un papel central en la protección de tus dientes. Si él no estuviera allí, actividades cotidianas como comer o beber serían simplemente dolorosas. El esmalte crea una barrera entre el exterior y los nervios que recorren el interior del diente, y los aísla de los cambios de temperatura que podrían afectarlos. Si tus dientes se han vuelto demasiado sensibles a las comidas calientes o frías, o sientes dolor al utilizarlos para masticar, es posible que tu esmalte se haya dañado.
Hábitos de higiene dental
Si bien, y por desgracia, siempre hay un elemento de incertidumbre en el desarrollo de enfermedades dentales, también es cierto que aunque creamos que nuestros hábitos de higiene dental son impecables siempre podemos incurrir en algunos pequeños errores rutinarios que acaban por repercutir en nuestra salud.
Prevención dental
En primer lugar, y quizás uno de los trucos más efectivos, sea tener una relación de rutina con tu dentista. Incluso aunque creas tener una buena higiene dental, no hay mejor forma de tener un sello de garantía que una visita al dentista. Muchos problemas bucodentales tienen síntomas muy tempranos pero muy sutiles, es posible que tú los pases por alto, pero la mirada atenta de tu dentista le permitirá detectar cualquier anomalía antes de que pueda complicarse.